Chorro que vienes mes a mes




Normalmente no te espero, me siento tranquila si no vienes, aunque a veces necesito de ti para estar tranquila, si es que he hecho alguna travesura, pero la mayoría de veces no deseo que aparezcas. Me causas mucho dolor, pero eres parte de mi naturaleza, yo no te elegí, tan solo viniste a mí sin darte la bienvenida.

Cuando llegaste, no te irías por mucho tiempo. Gracias a ti me quedé del mismo tamaño que a los doce años, la única diferencia de la Silvia de ese entonces y la de ahora son los kilitos de más.

Apareces sin que te invite, aunque mis senos siempre me dan la antesala de tu llegada, ellos crecen y me duelen, así te presentan como un invitado insaciable, mes a mes.

Mi vientre se inflama, me pongo como una bola y cada vez que me veo al espejo me detesto. Los primeros días son los peores, siento que te desgarras dentro de mí, bajas sin que te de permiso, te apoderas de todo mi cuerpo, me causas un frío tremendo. Ese día debería ser dedicado sólo para mí, debería estar en cama tratando de olvidarte, pero ellos que no entienden que es lo que se siente y adquieren una repulsión al darse por enterados.

Eres como un hombre que me ha hecho daño, ya que en vez de quererte a mi lado quiero que te vayas.

Sí, es el pequeño derrame que las mujeres sufren mes a mes, y es digno de ser hablado y explicado en este blog.

No es una enfermedad, lo sé, pero sí que duele, cada vez que a mí me pasa lo detesto, sobre todo si es verano.  Considero que las mujeres que trabajan, o todas en realidad, a partir del día que les viene la regla deberían de tener un día de descanso obligatorio al mes, el día que te viene.

La verdad es que me hace sentir mal y a todas, te hinchas, te duelen los senos, a mí se me baja la presión y lo único que quiero hacer es meterme a la cama, no salir de ahí por nada. El cambio de humor es muy notorio en estos días, todo nos molesta, algunos hombres te dicen; mejor hablamos cuando no estés en tus días, que esperan si estamos ¡desangrándonos!, claro ellos no lo entienden, ni lo sienten.

Recuerdo la primera vez que apareció, yo ingenua me dirigí al baño, porque la necesidad me llamaba, tenía 12 años. Al ver esa pequeña mancha grite, llore y mi mamá vino a mi encuentro; “hija ya te vino”, si ese día todo cambiaria, creo que fui una de las primeras del salón escolar en ser invitadas a este evento mensual. Vaya ¿por qué no se retraso un poco más?, he proliferado diversas palabras cada mes en el que me doy cuenta de que mi encuentro con el está cada vez más cerca.

Palabras como put.. madr… ¿ por qué me tiene que venir ahora que voy a la playa?, o ¿ por qué me tiene que venir ahora que pensaba irme de campamento por año nuevo?, o ¿ porqué me tiene que venir ahora? Justo cuando me compre un hilo para ponérmelo con mí vestido esta noche, rayos te saca de las casillas.

Pero supongo que solo queda la resignación, la resignación de pensar que te vendrá hasta los 40 o 50, pensar que cuando se valla será otro dolor, otro cambio insoportable. Cambio que mi madre ya vivió, la menopausia y no la soportaba, por ese cambio pasare yo, cuando tu pequeño chorro que sales de mí mes a mes te vayas.

Pero escúchame mientras tanto, mientras que no llegue a la edad de 40 0 50 años ven todos los meses por favor, sino lo haces vendrá otra cosa y no serás tu pequeño chorro, sino un ser racional, pensante, viviente, por ahora te deseo a ti más que al otro.


2 comentarios:

  1. Oi Silvia.
    Gostei do texto.
    Franco e verdadeiro.
    Minha avó já disia.
    És a tristeza da moça solteira e a alegria da casada.
    bjtos.Nile.

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  2. Asi es nile le pasa a todas las mujeres del mundo, es igual para todas no hay distinción

    gracias por leer mi blog =)

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