La multitud corre por las calles,
la gente esta alocada, los centros comerciales revientan, los tardones se
pelean por el último pavo o la última pierna de lechón para que esta pueda
entrar al horno y al salir ser devorada en una noche de luces, la navidad se siente en
el ambiente.
La navidad, navidad, se viene la
navidad. Ya llega la navidad, la gente en los trabajos reclama su gran canasta
navideña, la expectativa de los regalos ilumina la mente de muchas personas.
¿Qué es la navidad para mí? Siendo
yo una persona alejada totalmente de cualquier religión, no creyente ¿la
navidad debería significar algo para mí? Pues la navidad para mí simplemente es
una mera celebración comercial, como muchas otras, las cuales se crearon con la
finalidad de impulsar el comercio. En la actualidad la navidad para casi la mayoría
de personas, tanto creyentes como no creyentes, la navidad se sintetiza en la algarabía
de la compra de regalos, armar la cena navideña, la decoración, la unión familiar,
la felicidad. En navidad todos son felices, la felicidad se constituye en la unión
de las familias más que todo.
Me gusta observar a la gente en
los centros comerciales o en los supermercados los días antes de la navidad, la
gente se vuelve loca, quieren comprar todo, los verdaderos compradores compulsivos
destrozan la tarjeta de crédito en estas épocas. En lo personal puedo controlar
esto, el día de hoy estaba a punto de comprar una cartera pero no sé si la quería
porque si o si era necesaria, simplemente me aleje, me aturden las compras
compulsivas.
En los supermercados las
ensaladas para la cena navideña se terminan en un instante, el clásico puré de
manzana se va volando, la gente hace huelga para conseguir más arroz árabe que
acompañe al rico pavo. El pavo, este se tiene que comprar anticipadamente, ya
que sino perdiste.
En lo personal lo que disfruto de
la navidad es uno que otro regalo que pueda recibir, aunque no me ilusiono para
nada, realmente desde pequeña nunca creí en “Papa Noel” sabía que los regalos
que recibía provenían de mi madre. La decoración tampoco me emociona, en mi casa existe lo elemental por no decir
nada de la decoración. Recuerdo que en mi niñez, cuando la influencia de una
escuela católica estaba latente, me emocionaba armar el nacimiento, el árbol navideño.
En los nuevos tiempos he dejado de lado esos deseos de decorar la casa, la
verdad me da flojera poner todos los adornos para luego sacarlos. Siento un
ambiente muy cargado cuando están los adornos, el árbol, el nacimiento,
teniendo en cuenta el clima caluroso en el que vivimos.
El día 24 de Diciembre es la
locura, se tiene que preparar la cena navideña, este año será lechón por decisión
unánime en mi familia. Se me encargo la gran labor de averiguar el precio del lechón,
aunque mi hermano lo canjeara con el fabuloso vale que le dieron en su trabajo.
El año pasado, cuando era laboralmente activa, contribuí con el pavo en mi casa
gracias al vale que me dieron en el trabajo. Como siempre la que mas disfruto
del pavo fue mi perra Canela, siempre es así, no sé para que la gente comprar
un gran pavo sino lo van a terminar, la noche de la cena navideña la gente ya
esta hostiga y después nadie quiere saber nada de pavo. Presiento que en esta
navidad la que comerá gran parte del lechón será Canela nuevamente.
Creo que todos terminan con una
gran indigestión si es que en la noche navideña engullen pavo, ensaladas,
arroz, panetón, chocolate, vaya toda una explosión. Con calma amigos que abra
pavo para muchos días más.
Pero alguien que sufre en navidad
es mi perra Canela, la pobre no puede más con los pirotécnicos que se
revientan, pobre me da mucha pena, creo que este año la encerrare en el baño
para que no sufra.
La navidad para mí es el pretexto
ideal de compartir una noche en familia, comer rico, disfrutar, reír.
Después de navidad
A limpiar todo
A comer más pavo o lechón
A dormir hasta tarde
A seguir con la vida que ya viene
año nuevo y será otra locura!
Feliz Navidad JOJOJO!!!!
0 comentarios:
Publicar un comentario