Intolerancia periodística

No sé mucho de periodismo, inicio en este mundo ajeno y cruel dando pasos pequeños, cuidándome de no tropezar. Trato de formarme en periodismo, trato de alimentarme de los medios, de los múltiples medios que el periodismo ha acaparado.

Diversas formas de hacer periodismo me bombardean día tras día dejándome aturdida pero a la vez dándome la oportunidad de discernir entre lo correcto e incorrecto

Veo con lamentables ojos la desesperación en la que diversos periodistas caen, se hunden, hallando como única salida despedir al entrevistado para no ahogarse más en ese embrollo que ellos “invitaron”

Desesperación  por no tener fundamentos claros, contundentes, fundamentos calmados con los cuales rebatir al entrevistado. Sentimientos de rabia y odio se apoderan de su labor, dejando que emociones desleales conduzcan la vía que ellos deberían conducir. Esa única arma y vía que los periodista tienen para conseguir la verdad, la aclaración, un arma que se debe saber utilizar, la entrevista.

Me refiero a muchos, a ninguno, cada uno lo verá con sus propios ojos y de distinta manera.

Lo único que tengo claro es que cualquier entrevistado merece respeto. ¡Por favor! Los periodistas debemos aprovecharnos de nuestros entrevistados tratándolos de la manera más alturada y correcta, se debe manejar ese arma muy bien por más que estemos en desacuerdo con lo que el entrevistado sostiene. Acaso las palabras que el entrevistado proclame ¿no te harán comer mañana?

Véanlo de la manera que quieren, pero si te exacerbas no conseguirás nada. No conseguirás información, quedaras en ridículo, ya que el interesado en la entrevista eres tu periodista. El entrevistado no rogo por una entrevista, el entrevistado dedico parte de su tiempo para ti periodista.

Si te consideras una persona alterada, problemática o rabiosa es mejor que tomes agua de azar antes de realizar cualquier otra entrevista. Pero si no te consideras nada de eso hazlo de todas maneras, como dicen más vale prevenir que lamentar. Luego no te lamentes de toda la información que podías obtener sino dejabas que la intolerancia te guie.