Hay que dejar el nido




En nuestra sociedad es muy común ver a pequeños y no tan pequeños pajarillos que viven largas etapas de su vida en el nido, sin dejarlo en ningún momento. Se quedan atrapados alrededor de esa red sin salida, a veces por su propia voluntad, por la comodidad de no ser independientes, porque a sus progenitores les da igual, ya que quieren tenerlos cerca, controlar sus pasos, vivir como detectives salvajes de sus propios hijos.

Hay que dejar el nido y hay que dejarlo cuanto antes, estar mucho tiempo al lado de los padres es demasiado perjudicial para ambas partes. El constante seguimiento natural por parte de los padres hacia los hijos, el indudable hecho de dar como ley que los padres tienen derechos sobre ti, sobre ti, persona mayor de edad, porque vives en el nido.

Acabar la educación secundaria, comenzar la educación universitaria, adquirir más responsabilidades, ser consecuente con tus actos, este debería ser el preludio de el rompimiento del cordón umbilical que te une a los padres, déjenlos volar.

Algo que me gusta de otros países es que cuando un joven comienza su educación universitaria, sale de su casa y no vuelve nunca más. Sale de la casa de sus padres para hacerse responsable de sus actos, asumir las consecuencias de sus acciones, ser independientes, terminar la carrera por su propio deseo de superación.

No entiendo como seres humanos totalmente aptos para sobrellevar su vida de manera independiente siguen viviendo a costa de sus padres, que edad es la adecuada para ser libre, ser tú mismo y no dejarte llevar por miradas acechantes, consejos dados al aire directos para ti.¿ Cuál es la edad adecuada?

Particularmente mi día a día en casa de mis padre a veces se me hace insoportable, simplemente quisiera huir de ese lugar, hacer mis cosas, ser yo, ser realmente la persona que quiero ser, sin prejuicios ni ataduras, sin criticas, sin colapsos nerviosos o histerias injustificadas. 

Acaso en este país es posible ese deseo casi inalcanzable de ser solo tú, solo tú y nadie más, vivir por ti, hacer las cosas por ti, ejecutar el deseo reprimido de la individualidad que para algunos es descabellado y poco altruista, nada altruista. Claramente en este país no se puede ser independiente totalmente, constantemente se esperara el que dirán de la familia, se esperara su apoyo en algo, nunca se desprenderán del seno familiar y tampoco es tan sencillo ser independiente por la economía que tenemos, la situación en la que todo el país se encuentra.

Pero, porque siempre hay que estar pensando en los demás, acaso vivir solo significa ser un maldito individualista, pues no tan sólo vamos siguiendo los paso para llegar al ser independiente que la sociedad necesita.

Mi día a día cavila ideas de cómo ser autónomo, como llegar a ese bien ansiado por muchos. Algunos dirán que lo mejor sería conseguirse un empleo, pagar un cuarto, vivir solo. He aquí el inconveniente, en este país, mi querido Perú, los trabajos no son lo suficientemente remunerados para que una persona con el sueldo básico pueda mantenerse. Lo digo yo, que tenía un trabajo de medio tiempo, estudiaba, vivía con mis padres y aun así no me alcanzaba el dinero para poder irme de casa, habría sido imposible. Decidí dejar mis días de explotación, ser totalmente vulnerable a los mandatos de los amos de casa, de las personas que me mantenían. Deje el trabajo, porque no tenía el tiempo suficiente para estudiar y era totalmente miserable en ese entorno frívolo, sin sentido para mí.

Por eso yo no puedo ser independiente, porque no tengo el dinero suficiente ahora, no tengo las ganas de ser explotada nuevamente, por no tener una carrera completa. Vemos el panorama y que me queda, soportar el tiempo, ponerme en línea con las reglas, soportar los gritos o ser valiente y huir.

No sé si soy rebelde, porque el mudo me hizo así, pero creo plenamente que no soy la única que piensa de esta manera sino que hay miles que piensan y lo desean. HUIR.

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